Bienvenido a Class 4 Studio, un lugar dedicado a la iluminación láser.
Desde sus inicios en los años 60, muchos artistas han trabajado con este medio inspirados por su potencial visual.
Gracias a su constante desarrollo, estos equipos han evolucionado hasta ser mas potentes y versátiles que nunca.
Igualmente se han desarrollado herramientas que permiten un mejor flujo de trabajo y nuevas posibilidades.
Una historia del láser
«La iluminación es para las discotecas lo que el amor para el matrimonio, como el tonic es al gin, como la música es al baile», escribió el editor de Billboard, Radcliffe Joe en The Business of Disco, una guía para los dueños de clubes publicada en 1980′. «Una disco no sería lo mismo sin ella». Una afirmación que aplica tanto a las discotecas como a toda la música para clubes. Aunque los espectáculos de luces proliferaron durante la era disco de los 70s, la historia de los láser y la música dance va mucho más atrás.
Como acrónimo de «Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation» (Amplificación de luz por emisión estimulada de radiación), el láser ha sido de uso comercial por décadas; comenzando en los 60s, la tecnología ha sido utilizada para cortar acero y diamantes, así como para micro cirugías. A inicios de los 70s, los DJs pioneros, Nicky Siano, Grandmaster Flowers y Pete «DJ» Jones, así como sus sucesores de finales de los 70s, Larry Levan y Tee Scott, fueron llevando sus propias luces láser a las fiestas que realizaban en hoteles y otros clubes de la ciudad de Nueva York. Siano ayudó a inventar las mezclas del dance moderno a inicios de los 70s, mientras Flowers y Jones son un par de leyendas que ayudaron a pavimentar el camino para el hip hop. «Crearon técnicas y estilos que la gente usa actualmente», me cuenta el DJ y productor veterano de Nueva York, Boyd Jarvis, en una entrevista del 2012, refiriéndose a los primitivos shows de luces que crearon para acompañar sus sets.
Pero el rayo de luz ocasional que iluminaba la pista de baile con una colorida luz a través de una bola disco giratoria era nada comparada con la forma en que los láser se infiltraron al rock al mismo tiempo. El 19 de noviembre de 1973, el observatorio Griffith Park de Los Ángeles fue anfitrión del debut de Laserium, la primera velada de imágenes láser colocada junto a un soundtrack de música grabada. Fundada por el ingeniero Ivan Dryer en Van Nuys, Laserium tuvo tanto éxito, que la noche final de su espectáculo mensual, acogió a un público de casi el doble de la capacidad del observatorio.
En una era en que la tecnología digital parecía prácticamente de Marte, los espectáculos de Laserium presentaban algo definitivamente de la era espacial: rayos coloridos de gran poder que creaban parpadeantes imágenes en 3D a color en tiempo real, todo acompañado de música. «Laserium es la definición de un espectáculo de láser», comenta Jon Robertson, el director creativo asociado de Laserium. «Los láser son el show; no son parte del show».
Las grandes bandas de rock pronto estarían usando láser también. «Laserium hizo a Alice Cooper y Tangerine Dream en los 70s», comenta Robertson. En 1975, el manager de producción de The Who, John Wolff, obtuvo un rayo de argon de cuatro watts Spectra-Physics que había visto que Led Zeppelin usaba, manteniendo una manguera de agua cerca en caso de que un láser incendiara accidentalmente algo. «Cubrió el láser con una clase de cartulina y, durante la parte dramática de la banda: «See Me, Feel Me», lentamente lo quitaba para revelar «un techo de luz», escribe Steve Knopper en el Washington Post. Knopper cita a Wolff: «Cuando Pete [Townshend, el guitarrista] vio los rayos láser saliendo, lanzó un acorde y me miró… la audiencia se volvió loca, brincaban tratando de agarrar los rayos».
A inicios de los 80s, siguiendo el liderazgo de puntos nocturnos en Nueva York como Mudd Club y Danceteria, unos cuantos clubes pasaron de ser discotecas de tiempo completo a mostrar tanto bandas como DJs, a veces en la misma noche; un acrónimo de esa era para actos como Duran Duran y Culture Club fue DOR, «disco-oriented rock» (rock orientado a las discos). Uno de esos lugares fue el Palace en Hollywood, un teatro de jazz de época que había cerrado a inicios de los 70s. Después de su resurgimiento en los 80s, se convirtió en un club de espectáculos para la primera oleada de estrellas británicas de MTV, como Duran Duran, Culture Club y Eurythmics. Un fan lo describia como «una clase de novela y diversión, con un show de luces láser, que proyectaban imágenes animadas y se movían en sincronía con la música», todo esto sobre la pantalla de cine que quedaba en el lugar.
Palace continúo actualizando su espectáculo de rayos láser a lo largo de los años. Para el 2002, Live Sound International reportó que su iteración más reciente incluía «un sistema a color de rayos láser de 10 watts de una mezcla de Argon y Krypton», así como «un cristal NEOS Color que provee mil millones de colores». Repito: mil millones.
Pero los láser por si mismos ganaron un montón de tracción al final de la década de 1980, gracias a la temprana escena rave de Reino Unido. Los láser fueron un elemento clave de las primeras fiestas en Londres: Spectrum de Paul Oakenfold, la cual comenzó en abril de 1988, siguió lo fundamental de Shoo, donde Danny Rampling había iniciado la locura «Acid House» de Reino Unido un Diciembre atrás, y llegó incluso más lejos, con los láser siendo clave entre ellos.
Una gigantesca fiesta, el primer Energy en Londres el 27 de mayo de 1989, que reunió a 5,000 personas en los Westway Film Studios en Shepherd’s Bush, presentó una engalanada instalación de luces láser en uno de los cuartos temáticos: «Literalmente tenía un templo romano a mitad de él, con un enorme prisma y un láser disparando justo a la mitad en todas direcciones», le comentó DJ Jazzy M al escritor Sean Bidder en su libro del 2001 Pump Up the Volume. «Recuerdo tocar dos copias de ‘Strings of Life’ y animar al público, tocándolo, dejándolo entrar y salir, repitiendo el inicio del track de nuevo y de nuevo y de nuevo, hasta que finalmente lo solté hacía su mejor parte, lo cual volvió a la gente loca».
Los láser fueron análogos visuales a las intensas sirenas que engalanaban los primeros tracks de house como «Can You Party» de Todd Terry. De hecho, la policía británica que controlaba las primeros raves, tuvo dudas de usar sus sirenas de escuadron porque «los locos asistentes comenzaban a saltar de arriba a abajo gritando ‘Can You Feel It?'», reportó Matthew Collin en Altered State.
Años después de su primera aparición en el mundo del espectáculo, los sistemas láser continúan en escena, siempre mirando hacia nuevas direcciones.
Desde aquí te invitamos a hacer uso de esta maravillosa herramienta.
Este artículo se publicó originalmente en THUMP EUA.